Época: Barroco7
Inicio: Año 1600
Fin: Año 1700

Antecedente:
La escultura francesa del siglo XVII

(C) Jesús Cantera Montenegro



Comentario

Nació en Troyes (Champagne). Entre 1645 y 1650 estuvo en Roma pensionado por el canciller Séguier, siendo especialmente notable en esta estancia la relación que tuvo con Le Brun, que será trascendental en la posterioridad. Al regreso de Italia, continuó su aprendizaje en la escuela de la Academia mostrando en sus primeras obras una influencia de Sarrazin, como por otra parte ocurría con un buen número de sus contemporáneos.En 1663, gracias al reciente ascenso de su amigo Le Brun, pasó a colaborar con él en la decoración de la Galería de Apolo del Louvre. Con una fama cada día mayor, recibió en 1666 un encargo trascendental para el posterior auge de su carrera, el Apolo atendido por las Ninfas que había de ser el punto de atención de la Gruta de Tetis del Parque de Versalles. El conjunto está hoy día muy alterado por su traslado a la boca de una cueva entre rocas, más del gusto del siglo XVIII, ambiente que, por otra parte, bueno será mencionar que fue ideado por Hubert Robert en 1778; ello hizo que su concepción espacial haya variado, pues también se ha trastocado la colocación original de algunas Ninfas, todo lo cual oculta las intenciones de Girardon al determinar la composición del grupo.Su primitivo emplazamiento en la Gruta de Tetis era el nicho central del fondo del pabellón, quedando flanqueado por los dos grupos de los Tritones abrevando a los caballos de Apolo de Guérin y los hermanos Marsy, por lo que, aunque separados entre sí, formaban los tres un conjunto unitario que así seguía una intención plenamente barroca. Por otra parte, está clara la derivación de la estatua del dios de la del Apolo del Belvedere, aunque en la relación de éste con las Ninfas parece seguir el modelo de composición espacial de las últimas obras de Poussin.En relación con este grupo podría ponerse el del Baño de las Ninfas del año 1668, realizado igualmente para el Parque de Versalles, y que muestra a las diosas acuáticas jugueteando entre las hierbas con un sentimiento más sensual que en el conjunto anterior.Igual destino versallesco tuvo el Rapto de Proserpina del año 1677 que, proyectado para el Parterre d'Eau, al cambiarse la disposición de éste se quedó en el taller de Girardon hasta que en 1695 fue instalado en la famosa Columnata del Parque de Versalles, siendo completado luego con el pedestal que el mismo artista hizo en 1699. Debido a este cambio de ubicación, se trastocó la idea con la que Girardon lo había concebido, pues en su primer emplazamiento había de tener una visión frontal, mientras que, al instalarse en el centro de la rotonda, podía ser observado desde múltiples perspectivas. Esa visión frontal queda de manifiesto en la postura de Plutón, cuyas piernas y rostro señalan un eje principal que está completado con la posición de Proserpina a pesar de tener un fuerte contrapposto, así como por la de la ninfa Ciane que aparece a los pies de Plutón intentando impedir el rapto de la diosa.Otras muchas obras dejó François Girardon en Versalles, como la Fuente de la Pirámide o el Estanque de Saturno, que dan muestras de su calidad como decorador y su pertenencia a los mismos ideales estéticos de su amigo y protector Le Brun.Pero no toda su actividad estuvo centrada en Versalles. Entre 1675 y 1677 labró, siguiendo un diseño de Le Brun, el sepulcro del cardenal Richelieu para la iglesia de la Sorbona. Obra magnífica por su patetismo teatral y su cuidada ejecución, muestra al cardenal recostado sobre un sencillo túmulo, mirando al Cielo y entregando su vida a Dios como se aprecia a través de los gestos de las manos, mientras es sostenido por una figura femenina situada a su espalda. A los pies del conjunto y tumbada en claro contrapposto con la imagen de Richelieu, la estatua alegórica de Francia llora la pérdida del ministro.Más tarde recibió el encargo de una estatua ecuestre de Luis XIV para la Place Vendóme. Entre 1683 y 1692 se ocupó de su realización y hoy la conocemos por la réplica conservada en el Louvre, dado que la original fue destruida en los días de la Revolución. El modelo que le sirvió de inspiración fue, nuevamente en la Historia del Arte, el tan empleado del emperador Marco Aurelio, al que sigue con gran fidelidad, lo que, por otra parte, señala su alineación con los ideales clasicistas, a los que en este caso siguió muy directamente.